La "última conferencia" que dictó recientemente Randy Pausch, profesor de computación y arte elctrónico en Carnegie Mellon, ha recibido muchísima atención por parte de los medios (y al menos uno de mis amigos, quien me platicó de ella). Este género conferencístico, denominado Last Lecture, consiste en que el invitado -alguien con cierta reputación y logros académicos- platique delante de un enorme auditorio cómo es que llegó al lugar donde se encuentra, que comparta sus reflexiones personales y profesionales. Y que lo haga sin miedo a generalizar, pues corresponde a lo que diría si esa fuera, hipotéticamente, su última conferencia.
El revuelo que ha causado la conferencia de Pausch es que esa pudo haber sido, literalmente, su última conferencia. El hombre está muriendo de cáncer pancreático; le quedan sólo unos cuantos meses de vida. No sólo obtuvo el permiso para generalizar al ser invitado a impartir una Last Lecutre, sino que posee, además, la autoridad moral para hacerlo. ¿Quién le negaría a un hombre moribundo su derecho a generalizar, a ventilar un par de "netas" que colectó durante esa vida que está a punto de perder? Y a decir verdad, lo hizo heroicamente (vean la conferencia, el tipo es realmente carismático).
En ese tenor, Pausch dijo muchas cosas. Ésta es una de ellas: "Experiencia es lo que obtienes cuando no obtienes lo que querías". Una generalización simple y aparentemente inofensiva, pero una que, -él mismo confesó en una entrevista televisiva posterior- no habría pronunciado de no encontrarse realmente en esta circunstancia. ¿Se necesita estar en una posición similar para perder el miedo a generalizar, para obtener el permiso de hacerlo?
Ejercicio: ¿qué diría yo en una Last Lecture? Imposible responder. Primero, porque -a pesar de tener diploma de filósofa- no se me da eso de los experimentos mentales. Segundo, porque no cumplo los requisitos de tener cierta reputación y logros académicos que me llevarían a la posibilidad de dictar una última conferencia (ni siquiera he dictado una primera). Tercero, porque no logro desprenderme del miedo.
Pero quizás, si llego a vieja y tengo a los 85 años todavía lucidez y ganas de bloguear, si la experiencia me ha hecho superar el miedo, o si no lo he superado pero decido enfrentarlo -si mi vejez viene acompañada de necedad y la inminencia de la muerte, como la de Elizabeth Costello- escriba un nuevo blog subtitulado "Breves generalizaciones de una vieja filósofa." Por ahora sólo me atrevo a transcribir un intercambio ficticio (de la novela de J. M. Coetzee), del que se desprende una frase digna de una Last Lecture y digna, también, de ser tomada en serio:
'But your own vegetarianism, Mrs Costello,..it comes out of moral conviction, does it not?'
'No, I don't think so,..It comes out of a desire to save my soul.'
'Well, I have great respect for it,..As a way of life.'
'I'm wearing leather shoes,..I'm carrying a leather purse. I wouldn't have much respect for it if I were you.'
'Consistency,..Consistency is the hobgoblin of small minds. Surely one can draw a distinction between eating meat and wearing leather.'
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