Abandonado el blog, pero no precisamente el miedo, llevo 3 meses menos 4 días sumergida en la tesis doctoral. Los detalles de los estudios de caso (tres, uno de ellos ya desarrollado, los otros dos en vías de narración) forcejean con mi tendencia a filosofar acerca de la "big picture". Hago varios viajes al día entre el Capítulo Tal y la Introducción General; tomo prestado el modelo de argumentación de Toulmin y dibujo cuadros y flechas sobre una cartulina, deseando que el paso entre los datos y la pretensión (claim) ocurra cuasi-espontáneamente. Algo falta, lo detecto.
Pospongo la recaudación de anomalías para el examen predoctoral (faltan 7 días). Reviso la bibliografía, trato de homogeneizar las gráficas y noto que mi computadora tiende a abrumarse con tanto jaloneo: la constante importación de gráficas de un programa a otro, el obligado reccorido diario entre 5 archivos de tamaño respetable y -lo reconozco- el pesado bagaje (puesto que ningún estudioso procede con sus investigaciones en el vacío filosófico).
Vuelvo a pensar el dilema en el que estoy metida, el de producir un argumento de interés general a partir de un tratamiento necesariamente sesgado de casos singulares. A modo de guía/consuelo, releo un artículo del historiador y filósofo de la biología Richard Burian acerca del uso de los estudios de caso en el trabajo filosófico:
Los estudios de caso pueden producir resultados que no se obtienen del trabajo más abstracto de la filosofía de butaca; los casos metodológicamente y epistemológicamente útiles no necesitan ser inocentes filosóficamente ni deben conducir a grandes conclusiones por inducción a partir de muestras absurdamente pequeñas.Y recuerdo que recurrí a esta metodología por una razón principal: el estudio de caso es el único remedio contra el miedo a generalizar.
1 comentario:
Ánimo mi Viv. Para un pragmático y además absoluto desconocedor de la filosofía como yo -y el 99% de la población- es mucho más interesante y sencillo leer estudios/tesis/artículos que presenten los hechos a la manera de un estudio de caso con gráficas, datos y hechos, aunque no contengan en sí mismos descubrimientos reveladores del último porqué de las cosas. Estamos acostumbrados a ello, y más bien nos desconciertan los autores que son amigos de la generalización pero no mucho del mundo real, objetivo, tangible.
¡Suerte!
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